James Rodríguez ha pasado de ser prácticamente un
desconocido, un futbolista con talento pero sin el aura de estrella, a
costarle 80 millones de euros al Real Madrid. La negociación fue a toda prisa. En tres semanas, auspiciado por la gran actuación del colombiano en el Mundial de Brasil, Florentino Pérez se las ingenió para convencer al Mónaco y cerrar el fichaje.
¿Necesita el equipo blanco a James? Quizás no si tenemos en cuenta que en la plantilla que dirige Carlo Ancelotti
y que acaba de ganar la Décima ya hay jugadores como Cristiano Ronaldo,
Bale, Di María, Kroos, Isco o Modric que pueden desarrollar las mismas
funciones que el enganche cafetero.
La operación, sin embargo se
llevó a cabo por un precio muy alto y provocando la más que probable
salida de Ángel di María, un futbolista clave la pasada temporada y que
está negociando su pase al PSG.
Resultan chocantes las prisas con lo que acostumbran a alargarse este tipo de traspasos. Con James Rodríguez
fue todo lo contrario. Sus goles con Colombia prendieron la mecha y una
entrevista en la que el jugador se declaraba "madridista desde niño"
cerró el círculo.
Todo culminó pocos días después de que la
constructora ACS, en un consorcio con una empresa colombiana, se
adjudicara el contrato de construcción y concesión de la autopista
colombiana "Conexión Pacífico 1", un proyecto valorado en más de 692
millones de euros. ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?
Hace exactamente un año, Florentino Pérez se desplazó a Colombia para inaugurar unas escuelas de fútbol del Real Madrid. El acto contó con la presencia del presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
ACS
les ganó la partida a competidores como Sacyr, OHL o Ferrovial, así
como el grupo brasileño Odebrecht. El proyecto abarca la construcción de
dos túneles de doble calzada y 42 puentes. Esta autopista se enmarca
dentro del programa de Cuarta Generación de Concesiones viales de
Colombia conocido como "Autopistas para la Prosperidad", que contempla
inversiones cercanas a los 5.235 millones de euros.
Florentino Pérez, a quien en algunos círculos empresariales se conoce como el Tiburón Blanco,
también ha llevado a la constructora ACS a pugnar con Acciona para
acometer el diseño, construcción, operación y mantenimiento del proyecto
para recuperar la navegabilidad del río Magdalena, la principal arteria
fluvial de Colombia, por 945 millones de euros.
El presidente del Real Madrid
está también ocupado persiguiendo al menos un socio estable para la
constructora que preside. La Banca March ya ha anunciado que no
considera estratégica su participación en el capital de ACS
y Pérez está buscando en Latinoamérica alguien que rellene este hueco.
Es por eso que Florentino no podrá acompañar al equipo de fútbol en su
gira por Estados Unidos. Precisamente, ACS acaba de
asegurarse, a través de sus filiales Dragados USA y Pulice, dos
contratos para ampliar dos tramos de autopistas en los estados de
Arizona y Florida por un importe conjunto de 118 millones de euros
La táctica actual no es distinta de la empleada en el pasado por el mandatario blanco. Cuando contrató a Manuel Pellegrini, ACS
se expandió de forma notable en Chile. Las giras de pretemporada por
China coincidieron con la concesión a favor de su empresa del contrato
de gestión de contenedores portuarios en Jin Tang. Empezaron a llegar
futbolistas de origen turco al Santiago Bernabéu (Sahin, Altintop, Ozil)
justo cuando Estambul sonaba como favorita para los Juegos Olímpicos de
2020. Y el Real Madrid pagó 40 millones a la Real Sociedad por Asier
Illarramendi justo cuando en San Sebastián se discutía el proyecto para
remodelar Anoeta… precisamente por la misma cantidad de dinero. ¿La
llegada de Keylor Navas también supondrá jugosos contratos para ACS en
Costa Rica?
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